Tadej Pogačar, ahora la Lieja-Bastogne-Lieja

La obra de Tadej Pogačar crece en tamaño e importancia. Un monumento ya adorna su vitrina, sobre el papel el más adecuado a su perfil, la Lieja-Bastogne-Lieja, una de las grandes de siempre, la decana, en el casillero de las estrellas más jóvenes del circuito.

Este ciclista que parece todo lo puede, que todo le va bien y que cualquier recorrido le encaja, entra en una reducida lista de corredores que en la historia lograron aunar Tour de Francia y Lieja de seguido. Atención que hablamos de históricos muy históricos: Fredy Kübler, Eddy Merckx, hasta en cuatro veces, y Bernard Hinault.

Con ellos se encarama Pogačar como medida del tamaño de su obra, un legado reluciente con sólo 22 años. “Sin palabras” repetía abrumado en meta. No es de extrañar ha conquistado una pieza de las gordas, de las más deseadas en una actuación coral del UAE Team Emirates que dejó sello.

Entrar en el corte y ganar el sprint

La Lieja-Bastogne-Lieja de 2021 llegaba medio año después de la anterior edición. Entonces ya Pogačar había tomado nota de las claves de un recorrido sencillamente demoledor. Entonces el esloveno entraba, brazo en alto, quejándose de las eses que le costaron la descalificación a Julian Alaphilippe.

Entonces como esta vez, Pogačar estuvo delante, disputando, y a su lado, Marc Hirschi, otra vez protagonista en Lieja.

“Me encanta esta carrera, ganarla es un sueño, y más delante de estos grandes nombres” dijo más reposado al lado de la meta en la que se había impuesto por velocidad ante el mentado Alaphilippe más David Gaudu, Alejandro Valverde y Michael Woods.

Fue, éste último, en la cota final, en Roche-aux-Faucons quien abrió fuego y la distancia definitiva entre los mejores y el resto. Pogačar se acopló al grupo, entró al relevo y dio vida al corte que parecía y fue el bueno. Por detrás Davide Formolo y Marc Hirschi daban cobertura a las contras de los rivales. Una estrategia de libro en la que el suizo acabó en un corte intermedio y, por ende, también en el top ten.

Otra vez Lieja, otra vez al sprint, pero la historia fue muy diferente a la del año pasado. Pogačar encaró la recta el último, sabedor que el viento de cara podía perjudicarle, dejando hacer al resto: “Me puse a rueda de Alaphilippe cuando abrió el sprint y traté de adelantarlo. No estaba seguro de lograrlo, pero tuve la fuerza y suerte necesarias”.

Ahora toca mirar hacia adelante. Cierra un inicio de campaña sensacional con dos vueltas por etapas, el UAE Tour y la Tirreno-Adriático, y la Lieja-Bastogne-Lieja más un podio y etapa en Itzulia. Balance redondo: “Ya he ganado el Tour, también otras grandes carreras y ahora la Lieja. Vivo en un sueño”.

A dos meses de su inicio, es imposible no pensar en el Tour. “Quiero disfrutar unos días con la familia -concluye- y luego a pensar en el Tour”. Por medio le veremos en el Dauphiné. Defenderá corona en Francia aún con 22 primaveras.

 

Por El Cuaderno de JoanSeguidor

Fotos BettiniPhoto / Fizza Photo

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