Entrenando con Fabian Rabensteiner

Italiano, pero su apellido lo delata, Fabian Rabensteiner es del Trentino, no lejos de la frontera austriaca, del mismo corazón de los Dolomitas, zona de mestizaje y uno de los enclaves mágicos del ciclismo, sea el que sea, de carretera o de montaña…

Él ha nacido y crecido en uno de los sitios más ambicionados por el aficionado ciclista, un sitio en el que la bicicleta es tan indispensable como el aire que se respira y que discurre entre cordilleras y bosque infinitos.

Rabensteiner compitiendo en su entorno natural, los Dolomitas.

Por esos escenarios, disfruta estos días de unas semanas de descanso, tras una temporada que ha durado más de ocho meses, con una eternidad de experiencias, esfuerzos, viajes y concentraciones.

“No soy de cambiar cosas fuera de temporada, las rutinas del año las tengo bien integradas durante los meses de descanso, aunque sí que es cierto que me relajo un poco más en la mesa, en especial disfrutando de los postres y otros platos que no pruebo durante la temporada”.

El chico de las montañas

“Vivo en medio de las montañas -recuerda el biker del Team Wilier Triestina-Pirelli- nací entre ellas y mi tiempo libre transcurre en la naturaleza, subiendo picos, esquiando cuando la nieve lo permite, haciendo fiestas con amigos en la montaña...”.

Entre esos momentos de desconexión surge una afición que quiere consolidar: el parapente, quizá por gozar de vistas que sólo imagina cuando está pie a tierra: “Voy a cumplir un sueño: voy a volar. Estoy en un curso de parapente que empezaré en breve y no puedo explicar lo impaciente que estoy”.

Días de baja actividad

Fabian admite que “la temporada ha sido muy larga, pero me ha dejado satisfecho. Empezamos en febrero y acabamos en octubre con la presión de estar competitivos durante todo el ciclo. Estoy contento de haber ganado la primera manga de la Copa del Mundo y ser capaz de mantener el liderato hasta el final”. En el balance no olvida buenos momentos en la Cape Epic, la Andalucía Bike Race y el Europeo.

Entrada en meta en una etapa de Cape Epic junto a su compañero.

Con todo, no olvida las primeras sensaciones que le proporciona la bicicleta, las originales, las que aún le mantienen en marcha: “Esto es competición, no hay regalos y el dolor forma parte del juego, pero me siento afortunado de estar en este deporte. La bicicleta de montaña me lleva por sitios maravillosos y me permite disfrutarlos a tope y ahí estamos solos, ella y yo”.

Tantos entrenos como objetivos

No hay una regla fija en sus entrenamientos, en especial porque cada momento del año, cada día de la semana, debe centrar el objetivo: “Mis entrenamientos no son homogéneos, no hay una rutina standard para todo el año, pues los objetivos cambian y con ellos la forma de afrontarlos. Sí que es cierto que la resistencia aeróbica es la parte más común en mis entrenamientos, con trabajos casi diarios. Alterno jornadas de descanso y salidas tranquilas, con días muy exigentes de doble sesión, por la mañana y por la tarde”.

Aquí marca tres rutinas: “Cuando hago resistencia, marco un ritmo no muy alto y me decido a disfrutar las horas en la bicicleta, en los intervalos afino el estado de forma para los máximos esfuerzos y el “Coffee ride” lo dejo para días más tranquilos antes de otros en los que aprieto más”.

Valle de Isarco, What a ride

Cuando le pedimos una salida especial, que no necesariamente responda a su objetivo de afinar la forma, nos habla de una que hizo el pasado 12 de agosto.

“Es una salida en MTB con una subida que nunca parece acabar, ganamos 1.500 metros para acabar en el corazón del Valle de Isarco y luego descender por trialeras muy técnicas - empieza explicando. La parada del café se hace en el refugio de La Finestra, con un capuchino acompañado de un Strudel, elementos perfectos para disfrutar de la bajada que nos espera. Es una ruta que me gusta hacer en compañía de mi amigo Franz”.

Rutas de disfrute en medio de parajes que se conoce a la perfección: “El valle de Isarco y los Dolomitas en general son mi escenario de entrenamientos” comenta.

“Estoy muy orgulloso de mi tierra” proclama con una sonrisa.

¿Qué sitio no perderse en los Dolomitas?

Él lo tiene claro: “Como local os recomiendo visitar Villandro Alp, un sitio menos conocido por los turistas que ofrece unas experiencias brutales por la montaña”.

Prosigue explicando que “en los días de descanso, me gusta caminar alrededor de mi pueblo, aunque no tenga mucho tiempo, lo disfruto de verdad, tanto como salir a mi jardín, disfrutar del aire libre y los rayos de sol”.

Música y radio local en la bicicleta

¿Lleva música Fabian en sus entrenamientos? En efecto “acostumbro a entrenar con música cuando salgo en bicicleta, si me tengo que quedar en casa y hacer un entreno indoor, sintonizo la radio local, sin más”.

Volviendo sobre estos días de descanso asegura que me gusta darme un respiro de bicicleta. Intento llenar los días con otras actividades, me gustan los deportes alternativos como caminar, el esquí de fondo, el alpino y en breve…. parapente. No hago trabajo específico hasta inicios de diciembre, cuando hago mi primer test de invierno”.

Es su forma de llegar a tope con la nueva campaña en el horizonte: “Este año quiero mantener ese maillot de líder de la Copa del Mundo y soñar con conseguir el arcoíris que haga a Gobik trabajar un poquito más”.

Fabian en el podium, alzando el trofeo de líder en la copa del mundo.

Enlace a la ruta en Strava: https://www.strava.com/activities/9631897705

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