La vitrina de maillots irisados crece en Gobik. Hace poco menos de un mes, la misma mañana que David Valero se proclamaba subcampeón del mundo, el italiano Simone Avondetto se acaba de colgar la medalla de oro en la carrera sub 23 en unas horas trepidantes para Gobik.
Fue a primera hora de la mañana, en el alpino enclave de Les Gets. Entre las brumas que se levantaban y la humedad de la noche, Simone tejió un laborioso triunfo que acabó en el mismo arco de meta, con la sensación de saborear qué se siente al proclamarse campeón del mundo de sub 23.
“Desde luego qué puedo decir -nos cuenta el biker-, que es una sensación increíble, cruzar el primero en la llegada de un mundial. Es un sueño desde muy pequeño hecho realidad”.
En meta, en la euforia del momento, Simone admitía que “ha sido una buena carrera. Me ha costado el principio y no podía seguir a Vidaurre, cuando ha atacado. Pero he visto que no iba muy por delante de nosotros. He empezado a encontrarme mejor y he pensado a por todas”. Y es que se había cruzado en el camino del campeón saliente, Martin Vidaurre, el chileno que salió a por todas desde el inicio.
“Nada cambió antes de la carrera, esa es la verdad. Hice lo de siempre y ya en competición, no perdí nunca el tren de la prueba, siempre delante, para encontrar el mejor momento para atacar e irme solo” continúa diciendo. Eso fue más o menos a mitad de carrera, tras apreciar que “Martín empezaba a pagar el esfuerzo de una salida tan violenta. Realicé un pequeño ataque que le hizo fallar en un descenso. En ese momento abrí un hueco decisivo que me obligó a ir a tope hasta el final”.
La responsabilidad de un campeón
Para Simone el nuevo maillot irisado viene con dosis extra de motivación, pero también de responsabilidad: “Es un honor, qué voy a decir, pero al mismo tiempo una gran responsabilidad. A partir de ahora mucha gente espera lo mejor de mí y eso exige mucho”.
Ese maillot ha salido de la fábrica de Gobik, en uno de esos diseños que quedan para siempre en el corazón de la marca: “Me gusta mucho el kit que Gobik me ha hecho. Tanto el diseño como el ajuste y comodidad son brutales. Con este maillot se abren nuevas puertas, y los desafíos son grandes”.
Edición Especial Gobik Wilier Triestina Pirelli Team
Una victoria que ha llenado de alegría las huestes del equipo Wilier Triestina- Pirelli, el equipo 100% italiano, hecho por y para atletas italianos: “Merecíamos una victoria así. Todo el mundo en el equipo ha trabajado muy duro para esto”.
Recuerdo a los orígenes
Ahora a pensar en grande, el paso a elite, un salto que “no va a ser sencillo. Llevará un tiempo adaptarse y competir contra los grandes. El inicio está claro, empezar por las Copas del Mundo, tomar la medida y buscar las mejores posiciones. Luego se verá”.
Piamontés, desde bien pequeño soñó con esto, cuando tomaba sus primeras bicicletas en las inmediaciones de una ciudad tan acostumbrada a ver ciclismo, como Moncalieri, cerca de Pinerolo. En esos días “mi padre supo transmitirme una pasión que hoy mantengo intacta”.
Su crecimiento ha sido constante, desde equipos más locales, hasta bloques internacionales, aterrizando en este Wilier Triestina- Pirelli en el que es uno más a sus 22 años. En este camino ha aprendido de los mejores, incluso del crack Vlad Dascalu, quien hace unos años ya fuera también campeón del mundo de la categoría, siendo también vestido por Gobik.
Y es que la familia de campeones del mundo de casa no para de crecer.