Entrenando en Calpe con Michael Leonard

En los últimos años, se ha convertido en uno de los destinos turísticos más relevantes del panorama ciclista europeo, y en estas fechas una de las mecas del pelotón profesional. Calpe es un punto perfecto para los amantes de este deporte en cualquier época del año, con un clima agradable y un entorno ideal para entrenos en equipo.

Con una variedad de carreteras secundarias con un perfecto asfaltado, y puertos largos para series alrededor de la ciudad, Calpe es un enclave privilegiado para poder hacer entrenos con desnivel. A estos puntos lo unimos el respeto de los coches en comparación a otros países vecinos, que hace que sea un destino ideal para extranjeros.

La oferta para después de los entrenos es ideal tanto para los equipos profesionales como para los ciclistas amateurs, con una amplia oferta de restaurantes y unas instalaciones hoteleras que cuentan con todo lo necesario para la comodidad de los ciclistas y sus bicicletas.Michael Leonard - Ruta Calpe - Gobik - INEOS Grenadiers

Hemos hablado con Michael Leonard, corredor canadiense dentro del programa de jóvenes talentos del equipo INEOS Grenadiers. Le preguntamos sobre una ruta en Calpe donde el equipo se encontraba preparando la temporada.

Michael nos cuenta que la ruta que ha seleccionado es para un día de endurance, parte clave del programa de entrenamiento de cualquier profesional, especialmente en pretemporada.

La ruta empieza con una pequeña subida para salir de Calpe, seguidamente la carretera desciende gradualmente por Altea, lo que permite un calentamiento gradual con vistas al Mediterráneo antes de la fuerte subida a Finestrat.

Aquí, en lugar de hacer la tradicional subida de Tudons, la ruta desciende hacia el embalse de Amadorio, antes de subir por un camino rural poco transitado hacia Aigues. En este punto, el bosque se abre y, de golpe, encuentras unas vistas al mar espectaculares y, tras unos kilómetros, la llegada a la ciudad de Alicante.

Tras una breve bajada, nos encontramos con la larga subida al Port de Benifallim, tras la cual el único reto que queda es el Port de Confrides, al que llegas con 115 km y 2.300 m de desnivel en las piernas.

Por lo general, todas las carreteras que toma la ruta son tranquilas, con sólo un breve momento de tráfico en Xixona, y la subida gradual hasta los 1000m de altitud que te permite un buen entrenamiento de “endurance”.

Para acabar el día, la ruta cuenta con una larga bajada hacia Altea en la que puedes disfrutar las vistas hasta llegar por la costa a Calpe de nuevo.

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