Cycling Getaway: Capítulo 7 Tenerife

Cycling Getaway: Capítulo 7 Tenerife

Una isla donde las carreteras se estiran hacia el cielo y el silencio volcánico marca el ritmo de cada pedalada.

Hay lugares que viven en la imaginación mucho antes de que las ruedas toquen el asfalto. Tenerife es uno de ellos. Ubicada en el Atlántico y moldeada por fuerzas volcánicas, esta isla canaria ofrece a los ciclistas un paisaje surrealista de campos de lava, bosques de pinos y cielos infinitos, todo conectado por carreteras que suben hasta las nubes. No es solo un destino ciclista; es una experiencia de altitud, soledad y belleza de otro mundo.

Un volcán en las nubes

Todo en Tenerife parece girar en torno al Teide. Con 3.715 metros, es el pico más alto de España y el centro indiscutible de la isla — visible desde casi cualquier rincón. Para los ciclistas, no es solo un fondo para fotos: es un reto. Una peregrinación. 
Nuestra ruta comienza en el sur, en el tranquilo pueblo costero de El Médano, conocido por sus playas azotadas por el viento y su ambiente surfero. Pero nuestro camino se dirige hacia el interior, donde el terreno se endurece y las pendientes empiezan a subir lenta pero implacablemente. La subida al Teide no es un muro, sino una serie de largos ascensos en espiral que ganan altitud de forma gradual — y engañosa. Pedaleas entre valles salpicados de cactus, atraviesas densos bosques de pinos y, finalmente, rompes la línea de árboles para entrar en un paisaje lunar de roca negra y formaciones retorcidas.
Cuando llegas a la meseta cerca del Parador de Las Cañadas del Teide, estás por encima de los 2.000 metros. El aire es limpio, las vistas son infinitas y el silencio es total. Allí, la carretera parece flotar sobre la tierra, dibujando curvas suaves a través del Parque Nacional como si alguna fuerza ancestral la hubiera colocado.

Ruta 1: El Médano – Vilaflor – Teide – Granadilla

Partiendo desde el relajado pueblo costero de El Médano, esta ruta se adentra rápidamente en el interior y empieza a ascender en dirección a Vilaflor. Con curvas en zigzag a través del bosque y un ascenso constante, el paisaje se transforma a cada kilómetro — los pinos ceden paso a la roca volcánica y el océano se va desvaneciendo tras de ti.

A más de 2.000 metros, la meseta cerca del Parador de Las Cañadas del Teide ofrece un paisaje que parece de otro planeta: campos de lava negra, crestas afiladas y un silencio absoluto. El largo descenso por Granadilla devuelve calor y velocidad a tus piernas, con vistas abiertas al Atlántico durante todo el camino de vuelta a la costa.

Distancia: 93 km
Desnivel positivo: 2.266 m

 


Ruta 2: El Médano – Arico – Teide – Los Cristianos

Un enfoque ligeramente más largo y gradual hacia la meseta del Teide, esta ruta te lleva por el encantador pueblo de Arico y hasta el corazón del Parque Nacional. La subida es constante, y el paisaje se vuelve cada vez más dramático. En los días despejados, la silueta del volcán vigila tu progreso como una torre de vigilancia en la distancia.
Después de coronar la cima, el descenso hacia Los Cristianos es una recompensa en sí mismo: carreteras suaves, curvas amplias y un regreso vertiginoso al nivel del mar que se siente como una caída libre.

Distancia: 103 km
Desnivel positivo: 2.440 m

 


Ruta 3: San Cristóbal de La Laguna – Pico del Inglés – Las Teresitas – Santa Cruz – Parque Rural de Anaga 

Una cara diferente de Tenerife. Este recorrido explora el extremo noreste de la isla, lejos de las laderas volcánicas del Teide. Comenzando en la histórica ciudad de La Laguna, la ruta asciende por las verdes y frondosas montañas del Parque Rural de Anaga. La subida al Pico del Inglés regala una de las vistas más espectaculares de la isla, seguida de un descenso serpenteante hasta la playa dorada de Las Teresitas.

Desde allí, el recorrido bordea Santa Cruz antes de adentrarse de nuevo en los bosques densos de Anaga, en una sucesión de subidas y bajadas que parece una montaña rusa. Es un paisaje húmedo, salvaje y completamente único — un contraste tropical frente a la belleza árida del centro de Tenerife.

Distancia: 62 km
Desnivel positivo: 1.760 m

 

¿Dónde tomar café en Tenerife?

La escena ciclista de Tenerife no deja de crecer y, con ella, algunos cafés se han convertido en paradas obligatorias para ciclistas que buscan algo más que calorías.

Slow Coffee La Orotava: Ubicado en el verde norte de la isla, en La Orotava, este café apuesta por la calidad y la calma.

We The North La Laguna: Situado en el corazón de La Laguna, We the North se ha convertido en un punto de encuentro imprescindible para ciclistas y amantes del buen café. Con un enfoque en la calidad y el detalle.

Ahul Bowls & Coffee: Escondido en Costa Adeje, este café es ideal para ciclistas que buscan cuidarse después de rodar. Cuencos de smoothie llenos de color, café de especialidad y un ambiente relajado hacen que sea una parada obligatoria si estás rodando por el sur.

Tenerife es mucho más que un lugar de entrenamiento. Es un espacio para poner a prueba las piernas, despejar la mente y reconectar con los elementos más puros. Reduce el ciclismo a su esencia: tú, la carretera y la montaña. Y en esa simplicidad, se vuelve inolvidable.

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