2021, como para muchos actores del ciclismo y del deporte, es un año de reinvención. “Nos consideramos afortunados, dentro de la desgracia que supuso la pandemia y el confinamiento, pues nuestros patrocinadores estuvieron ahí, sin cambiar una coma a lo pactado -comenta Fran Pérez, manager de equipo- y eso es de agradecer en un contexto tan inestable”.
En efecto, Primaflor, Mondraker y el resto de patrocinadores, entre ellos Gobik, estuvieron a la altura de lo que requería el desafío del coronavirus y cómo éste ha trastocado tantos y tantos planes y proyectos. Fran Pérez lo mira ahora y se pellizca, incluso ante algunos de los resultados que se lograron en la poca competición que tuvo lugar.
“Logramos un par de campeonatos de España e incluso un podio con Rebecca en una de las mangas de la Copa de Mundo de Nove Mesto“ presume airoso, mientras piensa en las no pocas dificultades que presentó el año pasado, dificultades que pesan aún en el corriente: “cada carrera es una especie de aventura, no sabes a qué atenerte de inicio”.
Pero el equipo mira confiado el nuevo año, con una zona caliente, el mes de mayo, ahí “Jofre Cullell se jugará la plaza olímpica con Pablo Rodríguez y Sergio Mantecón. Descontando que David Valero tiene el billete, las copas del mundo de mayo van a tener la decisión”.
Una decisión que exige mucho, entre otras cosas una determinación total, pues Jofre Cullell no quiere esperar a ser élite y podrá medirse con ellos en las tres copas del mundo. “Los cinco mejores sub23 del mundo pueden dar ese salto y jugarse las plazas olímpicas entre élites. Jofre lo tiene muy claro, quiere estar en Tokio y no esperar a París”.
Competición, competición y competición
Cuando hablas con Fran Pérez su naturalidad y cercanía no disimula el gen competitivo que trajo de su época en el ciclismo profesional del más alto nivel. “La competición es nuestra raíz y lo que nos mueve. Todo gira alrededor del resultado”.
Un resultado en el que cada factor cuenta y Gobik pone su granito de arena “con la total disponibilidad y colaboración que nos muestran. Se adaptan a todo lo que les pedimos con puntualidad suiza”.
Para Fran, esa seriedad es una seña que su gran mecenas, Primaflor, pone en lo más alto de la cadena de valor, lo mismo que la marca que pone a rodar a su riders: Mondraker. “Somos muy cuidadosos con las redes sociales, cada cosa que ponemos debe estar alienada con la imagen que quieren nuestros patrocinadores, una imagen sostenible y cercana, siempre vinculada a la competición”. Valores que, por cierto, vende el mountain bike.
El año que empieza lo hace con las justas novedades merced al apoyo inquebrantable que los mecenas han mostrado incluso en los momentos más complejos de esta pandemia. “Siguen las mismas marcas que el año pasado, con alguna incorporación puntual, sin duda es una gran noticia y un alivio, pues algunos ya nos han invitado a pensar en 2022”.
La tranquilidad de llevar las espaldas cubiertas apoya el reto presente de Jofre, pero ayuda a la progresión de un fenómeno llamado Francesc Barber, juvenil campeón de España “con unos números extraordinarios y número uno de la UCI”, y Sara Méndez, quien “acusó la falta de competición en 2020, siendo un año importante para ella, pues era juvenil de primero, pero que poco a poco se ha puesto las pilas esta temporada” precisa Fran.
En todo caso, los objetivos del equipo siguen claros: “No somos la estructura con más presupuesto del paddock, pero somos claros y sinceros sobre nuestras posibilidades y eso los bikers lo valoran”.
Un ejemplo muy claro: “Rebecca McConnell ha seguido con nosotros tras su gran mundial del año pasado, rechazando ofertas más jugosas, me consta, pues hace suyo el proyecto, como nosotros, como nuestros mecenas. La apoyamos en momentos complicados y ahora nos lo agradece así. Es una gozada”.
Y tanto, pues Rebecca, pero también Daniel McConnell ya tienen un billete olímpico que ahora Primaflor-Mondraker trabaja en extender para Jofre Cullell.
Textos: El Cuaderno de JoanSeguidor