Adoquines, barro, senderos, carreteritas típicas de las clásicas de primavera y, por supuesto, hermosos bosques. Hemos tenido la oportunidad de reconocer el recorrido del Mundial de Gravel UCI y, de nuevo, Flandes no decepciona. Aunque la región es famosa por su ciclismo de carretera, cambiar a gravel es una experiencia totalmente diferente y, sin duda, vale la pena explorar las pistas y senderos que atraviesan su impresionante paisaje.
La misma ruta que recorrían grandes nombres del ciclismo como Marianne Vos, Lotte Kopecky o Alison Jackson en la carrera femenina del sábado, y Mathieu Van der Poel, Matej Mohoric o Connor Swift en la masculina del domingo, comenzó desde la encantadora ciudad de Halle. Situada al suroeste de Bruselas, Halle es conocida por su impresionante Basílica de San Martín, un punto de referencia perfecto para comenzar esta ruta de gravel. Antes de salir, es casi obligatorio parar en Falco Coffee & Cycling, una cafetería donde además de un buen café, puedes encontrar alguna prenda de Gobik y prepararte mentalmente para el reto que tienes por delante.
Bosque de Hallerbos (km 26)
Tras salir de la ciudad y pedalear junto al canal, te encontrarás rápidamente en los característicos campos ondulantes de la región. Al llegar al bosque de Hallerbos, conocido por sus impresionantes campanillas azules en primavera, comienza la verdadera acción. Aquí empiezan las principales subidas de la ruta. El ambiente es simplemente mágico, y al no estar en carrera, tuvimos el lujo de parar y observar un par de cervatillos paseando. Este tramo es también la antesala del pavé flamenco, que empieza a desafiar tus piernas.
Bosque de Soignes (km 46)
Pedalear por el Bosque de Soignes, también conocido como el "pulmón verde" de Bruselas, es una experiencia en sí misma. Este bosque es una extensión de enormes árboles y senderos rápidos, unos 15km que te llevan hasta el impresionante Parque de Tervuren. Este parque, con sus vastos jardines y el Museo de África, ofrece una de las mejores vistas del recorrido. Tervuren es una pequeña joya en la región, donde historia y naturaleza se mezclan en una perfecta sintonía.
Leuven (km 88)
Tras dejar Tervuren, la ruta nos lleva a Leuven, una ciudad vibrante, conocida por su ambiente universitario y joven. Es también famosa por su tradición cervecera y su bullicio. Antes de continuar, recomendamos hacer una parada en alguna de sus cafeterías más populares, como MOK Coffee o Madmum Coffee, perfectas para tomar energía antes de enfrentarte a la segunda parte del recorrido.
Desde aquí, ambas carreras cruzaban la línea de meta antes de adentrarse en un loop final de unos 50 km. Este tramo recorre los bosques de Heverleebos y Meerdaalwoud (km 95) y pasa por la icónica subida adoquinada de Monarkenwerg (km 116). En esta parte del recorrido, los ciclistas se enfrentan a una mezcla de subidas cortas, pistas rápidas y tramos de carretera entre pueblos, lo que añade un componente decisivo y estratégico a la carrera.
El desenlace final
En la categoría femenina, Lotte Kopecky y Marianne Vos llegaron juntas a la meta y tras un vibrante sprint final, Vos logró arrebatarle la victoria a la actual campeona mundial de ciclismo de carretera, proclamándose así campeona del mundo de gravel. El domingo, la carrera masculina resultaría igual de emocionante, con dos vueltas al loop final de 50 km. En este caso, Mathieu Van der Poel destacó en la parte decisiva, atacando a Florian Vermeersch para coronarse como el campeón del mundo de gravel.
Flandes ha demostrado una vez más que su terreno y su historia ciclista no solo están reservados para las clásicas de primavera, sino que ofrecen también un escenario fantástico para las nuevas generaciones de ciclistas de gravel. ¡Un auténtico paraíso para cualquier amante del ciclismo!
Si te animas a visitar Flandes y vivir esta experiencia gravel por ti mismo, puedes saber más sobre la ruta del Mundial aquí.