Si las bicicletas han tenido un refrán repetido, es ese que concluye que “son sólo para el verano”. Pero las cosas han cambiado, eso era antes, hoy el ciclismo no entiende de estaciones. La ropa y el material han sufrido una gran evolución y permiten salir a gozar en días con un clima que, en el pasado, nos dejarían quietos en casa.
En este artículo vamos a darte una serie de consejos para aprovechar al máximo los meses más fríos del año. Cómo orientar tus entrenamientos, qué tipo de salidas realizar, cómo alimentarse y por supuesto, cómo vestirse y qué prendas seleccionar en función de la temperatura.
¿Seguir sobre la bicicleta?
Hemos de partir de la base que, en invierno, muchos ciclistas aprovechan para hacer otro tipo de entrenamientos más allá de la bicicleta, por ejemplo, musculación en el gimnasio, esquí de fondo, carrera a pie o senderismo en la montaña.
Es muy positivo estimular de forma diferente a nuestro cuerpo, pero recuerda que también puedes aprovechar el invierno para revisar tu postura haciendo un estudio biomecánico, o reforzar ciertos hábitos que durante el año es más complicado entrenar, como trabajar la cadencia y mejorar la posición sobre la bicicleta.
Salidas más cortas y sencillas
No es el mejor momento para asaltar grandes subidas y sí para primar salidas en llano, por un lado, puedes mejorar esos aspectos que hemos comentado (cadencia y posición), pero también realizar trabajos de baja intensidad, que sirvan de base para la primavera del año próximo. Además, subir montañas implica sudar y eso, con la posterior bajada, no es la mejor opción para los días muy fríos.
Hablamos de salidas de menor duración, por eso es interesante valorar, por ejemplo, el cambio a alguna otra modalidad. Si salir a la carretera en un día de frío y viento puede resultar incómodo, puedes probar a hacer una ruta de mountain bike o gravel, por zonas más resguardadas y con menos velocidad.
Salir muy temprano no es una opción en estos meses, pues las temperaturas a primera hora del día serán gélidas, con posibilidad de encontrar curvas heladas y niebla.
¿Cómo alimentarse en invierno?
En estas fechas, las salidas en grupeta mejor hacerlas del tirón. Eso de hacer una pausa para un café o un bocata, mejor para otras temporadas, ya que el cuerpo se nos quedará frío y volver a la bici será un suplicio.
No puede faltar un desayuno completo en casa, con idea de aguantar toda la salida sin parar. Que incluya todo lo necesario, de forma que si la ruta es de menos de 2 horas, tengamos casi suficiente con ello.
Si la ruta va a tener una duración media o larga, tenemos que tener en cuenta cómo alimentarnos durante la misma. Si la barrita o geles energéticos han sido la base de alimentación durante las salidas en meses más calurosos, en invierno hay otras opciones muy válidas, como por ejemplo, una buena bolsita de frutos secos con dátiles, pasas e higos.
Abrigarse con equilibrio
Tanto por sensación térmica, como por posibilidad de enfermar, hay tres partes que el ciclista debe tener bien protegidas: orejas, manos y pies. Con el frío, estas zonas de nuestro cuerpo son muy proclives a pasarlo mal. Es muy sencillo acabar resfriado o tener sensaciones muy desagradables sobre la bicicleta, como una posible hipotermia.
Dada la agresividad del frío hacia nuestro cuerpo y ciertas partes muy expuestas, como las rodillas, es importante que, cuando lleguemos a casa, le dediquemos un rato a estirar suavemente, para que el tono muscular vuelva a su normalidad. Además de las rodillas, hay zonas como los isquios en las piernas o el tendon rotuliano de la rodilla que sufren mucho los rigores del frío.
Si queréis competir, por ejemplo, en una carrera de ciclocross, es indispensable calentar mucho y bien, media hora no es descabellado, lo mismo que utilizar cremas de calentamiento, de esas mentoladas que te activan al minuto o utilizar calentadores que te puedes quitar justo antes de partir. Por cierto, que competir con algún bidón de té caliente es hasta recomendable, porque no sólo podemos esperar ingerir algo caliente cuando estemos de vuelta en casa…
Combinaciones recomendadas para el invierno
Buscando en el armario de invierno de Gobik, nuestro Brand tester, Jose Llargo, nos da algunas claves para tres escenarios de frío en los meses que vienen:
Invierno Mediterráneo o Templado
Empezamos con un invierno fresco y húmedo a primera hora, pero con recuperación notoria de temperaturas según pasa la mañana: “Aquí necesitamos buena capacidad de transpiración y poder agregar o quitar capas si la temperatura varía. La capa interna expulsará la humedad de nuestra piel hacia el exterior y nos mantendrá más secos que si sólo llevamos el maillot largo. El chaleco es una prenda insustituible aquí, donde el clima puede cambiar mucho a lo largo del día. Evitará el viento en las bajadas y nos dará mayor rango térmico en general. La bandana y perneras, lo mismo. Todas estas prendas las podemos guardar en los bolsillos del maillot cuando no las necesitemos. En cuanto al culotte, Artic Stride nos dará una gran versatilidad. Se trata de un modelo corto pero con lycra de invierno, con una longitud extendida que cubre las rodillas y costuras selladas, para combatir alguna lluvia ocasional. Su combinación con perneras es ideal”.
Invierno Continental Frío
Es un escenario con temperaturas frías pero no extremas. Llargo nos recomienda “la capa base Limber, que nos dará mayor temperatura y tenemos disponibles versiones sin mangas y manga corta, para adaptarse a nuestros gustos. Habrá gente que prefiera una combinación de maillot de invierno y chaleco, y otros que se decanten por un maillot con membrana como o una chaqueta. Aquí ya optamos por un culotte largo, selecciona el Absolute si necesitas protección contra viento y lluvia ligera. Como complementos son esenciales unos guantes térmicos y prendas de merino, como calcetines y bandana, que nos darán un calor seco. Las punteras de neopreno proporcionan mucho confort y podemos quitarlas si la temperatura mejora”.
Invierno Continental Extremo
“Aquí hay que poner toda la carne en el asador con las prendas de mayor protección invernal. Si vamos por capas, la base mejor de lana merino, disponible en manga corta o sin mangas. Luego en la capa intermedia, valorar el uso de un maillot y para el exterior una chaqueta térmica como Skimo Pro, para rutas a un ritmo más tranquilo, o Armour, cuando necesitamos la máxima capacidad de transpiración, en rutas más intensas, donde necesitamos expulsar toda la humedad y calor residual para mantenernos secos y calientes. El culotte largo Subzero nos proporciona la máxima protección térmica y resistencia a viento y lluvia ligera. En las manos, guantes térmicos para temperaturas muy bajas y para los pies un cubrezapatillas completo, buscando la máxima protección. Como en la opción anterior, imprescindibles unos calcetines y bandana de merino”.
Situaciones Extremas
Para elementos que nos pueden sorprender en ruta, lluvia y nieve, entre otras lindezas, nuestro experto nos recomienda llevar “el impermeable Pluvia, ya que no ocupa espacio y nos protegerá de la lluvia, si no disponemos de una chaqueta impermeable como EXO”.