El ex ciclista profesional Juan Antonio Flecha ha encontrado en las pruebas de ultradistancia un nuevo desafío que lo conecta con su pasión por el ciclismo desde una perspectiva completamente diferente. Tras una destacada carrera en el ciclismo de carretera, Flecha ya hace unos años se ha lanzado al mundo del ultraciclismo, donde la autosuficiencia, la aventura y la resistencia extrema se convierten en protagonistas.
La atracción por la ultradistancia: aventura y libertad
Cuando le preguntamos a Flecha qué es lo que más le llama la atención de las pruebas de ultradistancia, la respuesta es clara: la aventura. "Lo que más me atrae es la posibilidad de pasar muchas horas, e incluso días, montado en la bici, en un formato no-stop y de autosuficiencia", comenta. Estas pruebas van más allá de un simple reto físico; son una oportunidad para desconectar, explorar nuevos terrenos y enfrentar la incertidumbre de lo que está por venir.
Para Flecha, la diferencia entre el ciclismo profesional y las pruebas de ultradistancia es abismal en cuanto a preparación y sensaciones. "Nunca he preparado un ultra a nivel físico", explica. Aunque sí dedica tiempo a planificar el material y la ruta, lo que realmente valora es la oportunidad de tener varios días para rodar, algo que en su día a día es complicado. "Rara vez monto los fines de semana, y entre semana suelo salir a primera luz (5:30 am) y a las 7:30 ya estoy preparando desayunos en casa para mi familia.", añade.
Transibérica: la libertad de las "free routes"
Este año, Flecha decidió enfrentarse a la Transibérica, una prueba de ultradistancia con un formato de "free route", es decir, cada ciclista puede elegir su propio recorrido entre una serie de puntos de control. Esta edición fue especial, ya que la salida tuvo lugar fuera de España, un elemento novedoso que aportó aún más emoción.
A diferencia de otras pruebas de ultraciclismo, donde la ruta está completamente marcada, en las "free route" la estrategia es clave. Flecha explica que en estos casos siempre tiene una ruta principal, pero deja margen para la improvisación, adaptándose a las condiciones meteorológicas o al terreno que le apetece en ese momento. "Por ejemplo, en la Transibérica opté por llegar a Mont Ventoux desde Grenoble y Sault, en lugar de Ginebra y Malaucène", detalla. Sin embargo, también reconoce que no siempre toma las mejores decisiones: "El recorrido por Aragón era muy mejorable, y especialmente la llegada a Bilbao. Podría haber trabajado más en esa parte", confiesa.
Esta libertad de elección es uno de los aspectos que más valora de las pruebas ”free route”, ya que permite al ciclista crear su propia experiencia sin la presión de seguir una ruta predefinida.
El auge del gravel en las ultras
El mundo del gravel ha experimentado un crecimiento impresionante en los últimos años, y esto también ha llegado al ultraciclismo. Sin embargo, Flecha aclara que no todas las pruebas de ultradistancia se desarrollan en gravel: "Los ultras más notorios en Europa, como la Transcontinental Race (TCR), son de carretera, mientras que otras como la Divide son de MTB".
Aunque el espíritu competitivo siempre está presente, Flecha es partidario de ver estas pruebas como retos personales más que como carreras en el sentido tradicional. "No creo en la idea de compararte con otros años o tener una premiación. Para mí, lo importante es plantearte un recorrido que no tengas claro si vas a poder completar o no", dice. En la Transibérica, por ejemplo, se puso como meta rodar unos 400 km al día durante menos de 7 días, una hazaña que le generaba dudas sobre si sería capaz de lograrlo.
Consejos para iniciarse en las pruebas de ultradistancia
Para aquellos que quieran adentrarse en el mundo del ultraciclismo, Flecha ofrece algunos consejos básicos. "Lo mejor es ir paso a paso y empezar por eventos que incluyan una noche", sugiere. Entre sus recomendaciones para principiantes, destaca pruebas de unos 300-400kms para dar los primeros pasos en este tipo de desafíos.
En cuanto a los imprescindibles que lleva consigo en sus aventuras, Flecha menciona una buena luz delantera, comida, ropa de abrigo y un culote adecuado según el nivel de preparación. "Si llegas fino, el culote Lancer es perfecto, si no, mejor optar por el Ultralite", aconseja.
El equipamiento es fundamental en las pruebas de ultradistancia, donde la autosuficiencia juega un papel clave. Para Flecha, estos son algunos de los elementos imprescindibles: bolsa, crema para la badana, lentes fotocromáticas, luces y reflectantes, un powerbank, algo de dinero en efectivo, esterilla termoaislante, manta térmica, chaqueta acolchada y chubasquero. "Con todo esto, estás preparado para lo que venga", concluye.
Juan Antonio Flecha ha encontrado en el ultraciclismo una nueva manera de disfrutar del ciclismo, una que combina aventura, autosuficiencia y la libertad de explorar nuevos horizontes sobre dos ruedas. Para aquellos que busquen un nuevo desafío, sin duda, una carrera de ultradistancia es una experiencia inolvidable.