Si tuviéramos que describir a Juanmi con una palabra, quizá sería "versatilidad". A pesar de que este yeclano de 43 años se considera un "chaval", su vida está llena de experiencias y aficiones que van desde el deporte hasta la ciencia, y es que nuestro protagonista no solo estudió Químicas, si no que trabajó como químico durante un tiempo, pero su curiosidad innata y su carácter pragmático le han llevado a explorar nuevos retos, tal y como nos cuenta: “siempre me ha gustado aprender cosas que luego pueda aplicar". Quizá esa actitud es la que lo ha llevado a ser una pieza clave en la evolución de Gobik, donde actualmente es adjunto a dirección.
De la bici al despacho
La historia de Juanmi con la bici no es la de un apasionado que antes de andar ya estaba encima de ella... de hecho empezó a montar en bici tarde, con 31 años, ya casado y a punto de ser padre. Esa afición lo llevó a conocer a José Ramón (CEO y co-fundador de Gobik) y a entrar en una pequeña empresa que entonces contaba con apenas cinco personas. "Fue un salto al vacío para ambas partes", comenta con una sonrisa. Su misión inicial era clara, ayudar a montar la primera fábrica de Gobik, una tarea que afrontó sin mucha experiencia previa en ingeniería, ventas o recursos humanos.
Con el paso del tiempo, su papel evolucionó desde "hombre orquesta" hasta adjunto a dirección, encargándose de vertebrar todos los departamentos de la empresa. "Al principio las jornadas eran maratonianas, pero poco a poco fuimos creciendo y delegando responsabilidades". Hoy, su enfoque está en la planificación y en hacer de Gobik una empresa escalable, preparada para el crecimiento continuo.
Retos diarios y ciencia aplicada
Juanmi define su trabajo como una mezcla de intuición, análisis de datos y un toque de "ciencia aplicada". Desde predecir la demanda de productos, hasta planificar recursos, su objetivo es garantizar que Gobik esté siempre un paso por delante. "No tengo una bola de cristal, pero intento leer el futuro a través de herramientas matemáticas y un poco de intuición" nos cuenta, una combinación que lo ha llevado a convertirse en un "CX Pro" dentro de la empresa, versátil, rápido y eficiente, capaz de adaptarse a cualquier situación.
Más allá del trabajo
Fuera de Gobik, Juanmi encuentra su vía de escape en la bici, el running y la lectura. Con un objetivo personal de leer entre 20 y 25 libros al año, busca constantemente aprender cosas nuevas que pueda aplicar tanto en su vida personal como profesional. “La bici me despeja la mente, me ayuda a pensar y a mantenerme en forma”, afirma.
Preguntas rápidas
¿Series o películas? Ahora mismo, series.
¿Vino o cerveza? Un buen vino, pero si tuviera que elegir, me quedo con la cerveza.
¿Tour, Giro o Vuelta? El Tour de Francia, por los recuerdos con mi abuela.
¿Verano o invierno? Verano, por la luz.
En definitiva, Juanmi representa la esencia de Gobik: pasión, versatilidad y ganas de seguir creciendo, siempre con los pies en la tierra y la mirada puesta en el futuro.
