Siete de las etapas previstas para el Giro de Italia 2020 se realizarán en parte en una edición que será virtual, como todo el ciclismo que estamos viendo desde hace unas semanas.
Este Giro de Italia virtual, del 18 de abril al 10 de mayo, mezclará sobre los mismos recorridos ciclistas profesionales, aficionados y leyendas, destinando todos los fondos que recaude a la Cruz Roja Italiana.
En la salida estrellas de hoy como Primoz Roglic, Matteo Trentin, Alberto Bettiol y Jakob Fuglsang convivirán con leyendas como Claudio Chiapucci, Andrea Tafi, Stefano Garzelli o Alessandro Ballan.
Un pelotón de nombres que sobreviven a los tiempos entre los que se incluye el de Ivan Basso, excitado ante una edición cuya etiqueta virtual “le confiere la fuerza del momento y el poder verlo y experimentarlo al mismo tiempo que otros”.
“En esta carrera, en estos momentos, todos los participantes pueden sentirse maglia rosa” explica Ivan Basso.
Una etapa por la entraña del Abruzzo.
La jornada inaugural se disputa entre este sábado y el martes próximo, un tramo que reproduce el final de que es décima etapa del Giro 2020, a que va de San Salvo a Tortoreto.
En este caso se saldrá desde Controguerra, nombrada ciudad del aceite y del vino hace unos años, y se acabará en el “lungomare de Tortoreto, allí donde ganó Filippo Casagrande, el hermano de Francesco, en el Giro de 1995” recuerda el embajador mundial de Gobik.
“En el trazado tenemos dos repechos típicos de la zona que pisamos, el Abruzo. No son muy largos, de unos dos kilómetros y con algún desnivel duro que se va al 17%” prosigue el doble ganador del Giro.
Para esta etapa se prevé que los pros claven el cronómetro en los cincuenta minutos y los aficionados a una hora y cuarto.
“Es importante plantear la etapa con un calentamiento previo y pedalear en un sitio ventilado para regular la temperatura del cuerpo. El trabajo en el rodillo se disfruta más entre los 15 y 18 grados y un ventilador viene muy bien” aconseja Ivan Basso.
Recuerdos del Giro
Esta vez Ivan viaja a la más tierna infancia, a los seis años, cuando su profesora Maria Rosa le llevó a ver el paso del Giro de Italia por Varese, su pueblo.
“Eran los Giros de Saronni y Moser, Maria Rosa nos llevó a ver el Giro, fue la primera vez que vi la carrera en directo, una gran emoción. Maria Rosa era la mujer del ciclista Wladimir Panizza, quien llegó a vestir la maglia rosa en alguna ocasión” rememora de esos años Ivan Basso.
Textos: El Cuaderno de JoanSeguidor