“Es un sentimiento muy complicado de explicar. No es sencillo encontrar adjetivos para describir una sensación que definiría de éxito de proyecto, de trabajo, de familia, compartida con mucha gente…” explica José Ramón Ortín, junto a Alberto García, ambos cofundadores de Gobik, sobre la estrecha colaboración que Gobik ha alcanzado con el UAE Team Emirates.
“Esto no deja de ser un orgullo -tercia Alberto-. Con más de un año en este nivel, lo cierto es que cada vez menos cosas nos sorprenden, pero el día a día sigue siendo muy duro, hablamos si no del mejor, de uno de los mejores equipos del mundo“.
Y es que son días intensos en Yecla, a miles de kilómetros de Francia, donde se desarrolla la acción del Tour. Hay ilusión, pero también expectación por la suerte del UAE Team Emirates y uno de los favoritos a ganar la carrera, Tadej Pogacar, en la mejor competición del mundo.
Un cambio brusco, pero necesario
Lo que hoy es Gobik, merced a esta colaboración, empezó a gestarse hace más o menos dos años. En este periodo los cambios han sido brutales y la exigencia, máxima.
Alberto García lo describe: “Cambios grandes, a nivel de estructura, organización y desarrollo. Ahora todo está más asentado, pero el proceso fue complejo. El vínculo con el equipo es como una relación de pareja, nos conocemos y vamos creciendo de la mano y afrontando los diferentes retos. Con el tiempo, nuestro conocimiento nos permite anticiparnos a las expectativas”.
Para José Ramón, este proceso “nos ha cambiado para bien y para siempre. Ser el sponsor técnico de un equipo de este nivel lo dice todo. Creo que es lo que necesitábamos para darle un empujón al equipo y, con éste, seguir mejorando, modificando, innovando y sacando cosas nuevas”.
Como bien dicen ambos, la relación, en su segundo año, está asentada, pero la situación comportaba asumir riesgos de inicio, riesgos que involucraron, por ejemplo, a personas: “Aquí hay una persona de Gobik en contacto todos los días del año con el equipo, interesándose por lo que necesitan, pendiente de todo. Hemos duplicado el equipo de patronistas, pues hay un fit especial y personalizado en cada prenda que se utiliza en el equipo” relata José Ramón.
Bajando al terreno de lo real, al catálogo, la relación se ha plasmado en nuevos productos con la ayuda del equipo, “productos como los específicos de lluvia o el mono de crono que ha pasado todas las pruebas en el túnel del viento” prosigue Alberto.
“Hay que admitir que este año gran parte del trabajo estaba hecho con lo que traíamos del pasado -completa José Ramón-. El 80% de desarrollo de las prendas venía de la experiencia de 2021, en especial en prendas impermeables que desarrollamos con ellos en carreras como el Giro, que tuvo una meteorología durísima”.
Gobik en el pecho del mejor ciclista del mundo
Si hubo una jornada icónica de toda esta relación, esa fue la final en París el año pasado. Se ponía colofón al Tour 2021 y Tadej Pogacar había renovado su corona en Francia. Por el camino, tres semanas para plasmar el trabajo de todo un año, de toda una vida casi, y un instante mágico, aquel en el que, cruzando primero una meta de los Pirineos, el esloveno se agarró el 'maillot jaune' desde abajo, estiró y surgió la segunda piel que llevaba puesta.
En ella se leía Gobik, y eso lo vio medio mundo.
“UAE Team Emirates nos ha puesto en el mapa, sin duda, a todos los niveles, además. El público generalista empieza a conocer Gobik y su origen de Yecla, a saber quiénes somos y que vestimos a uno de los mejores equipos del mundo en las carreras más importantes” proclama José Ramón.
Y no es necesario irse a los grandes titulares, a veces gestos próximos hablan mil veces más. “Que un amigo de tu padre te llame para felicitarte porque ha visto tu ropa en la tele da la medida del salto que hemos dado” nos explica José Ramón.
Una tarde de julio en París
Pero volviendo a ese momento de París, en el epílogo del Tour, la mirada se empaña y la voz tiembla al recordarlo.
“Si esto nos lo cuentan hace 10 años, los hubiéramos tomado por locos. El año pasado, cuando fuimos a los Campos Elíseos y vimos todo aquello, la emoción fue infinita, lágrimas de alegría” explica Alberto.
José Ramón es muy gráfico: “Fue como un niño en el parque de atracciones, la confirmación de que el camino emprendido era el bueno. Ahora sólo miramos adelante, y el nivel de exigencia no para de subir. Lo nuestro es trabajo diario y no dejar de construir proyecto”.
“Hoy Gobik es reconocida por donde está. Estamos en muchos sitios e incluso en un hub como Italia empezamos a sonar fuerte, y no es un sitio cualquiera, es la cuna del ciclismo y, como ellos dicen, del “abbigliamento”. Nuestros orígenes sabemos dónde están, aquí, en Yecla y trabajamos para que en el futuro se consolide” concluye Alberto García, mientras aprecia las evoluciones de los corredores de la Dolomiti Superbike, donde Gobik puso su grano de arena.