La segunda tanda de montañas del Tour 2021 ha sido el marco de la sentencia de Tadej Pogačar para su segundo triunfo en Francia. Si hace menos de un año, en la entrada del otoño, el esloveno inició la remontada en los Pirineos, esta vez la sentencia llega de mano de la cordillera de frontera.
Tres etapas, de ellas dos con llegada en alto
Más la jornada de Andorra la Vella, fueron la columna vertebral de la cordillera más verde y concurrida de afición española en el Tour. De esas tres etapas dos fueron de Tadej Pogačar, en amarillo, inmaculado, brutal y al mismo tiempo próximo a la gente, en una obra que sigue cincelando el perfil de leyenda que el líder del Tour y del UAE Team Emirates se ha atribuido.
“La etapa ha sido muy dura ya desde la misma subida al Tourmalet, donde el ritmo era muy alto -dijo Pogačar en la cima de Luz Ardiden-. Mi objetivo era la subida final, y aquí lo he dado todo. Tras lo de ayer -la victoria en el Col du Portet- lo he vuelto a lograr”.
Las palabras del casi bicampeón del Tour de Francia se trenzaron con el ambiente de euforia que invadió la expedición del UAE Team Emirates en una de las cimas más cotizadas de los Pirineos. Tadej Pogačar lo había vuelto a hacer, aunque de forma diferente a la víspera. En esta ocasión se escondió entre los Ineos, más activos, y sólo mandó pasar a su compañero Rafal Majka cuando vio que el triunfo estaba al alcance.
Enric Mas fue quien más le tensó la cuerda en el tramo final, en el curveo hacia Luz Ardiden, pero no hubo manera, el segundo triunfo de amarillo era un hecho. Tadej Pogačar sabía muy bien qué fotos quería y cuáles de amarillo, hacerlo en los Pirineos le puso a otro nivel.
El equipo a su lado
24 horas antes de Luz Ardiden, UAE Team Emirates, con McNulty, Hirschi, Rui Costa y un estelar Rafal Majka, no había permitido alegrías camino del Col du Portet, la cima que se sitúa más allá Saint Lary para erigirse en la ascensión más dura y relevante del Tour de 2021.
Tadej Pogačar no quería perderse la foto en ese coloso. Mandó al equipo controlar y en la subida final ejecutó el plan. A ocho kilómetros, nada menos que a ocho de la cima, abrió gas para ver cómo sólo sus dos grandes rivales, Jonas Vingegaard y Richard Carapaz eran capaces de seguirle.
“Hemos hecho un gran trabajo, teniendo los cortes siempre bajo control, dándome la oportunidad de llegar al final con opciones. En los últimos ocho kilómetros ataqué varias veces , pero Vingegaard y Carapaz me lo pusieron difícil”
dijo Tadej Pogačar en la llegada en alto más elevada del Tour 2021, lo dijo tocado por el esfuerzo y la presión, ganar aquí exigía lo mejor de sí.
Fue un día muy deseado por todos, Tadej Pogačar quería su foto entrando en meta con el maillot amarillo del Tour y Gobik veía cómo por primera vez uno de los suyos lograba una victoria de este tamaño.
El tridente pirenaico, no obstante, había empezado con un duelo en tablas entre los favoritos en Andorra. Tadej Pogačar no fue el de los Alpes en los Pirineos, pero es que no lo necesitó. Ha dominado el Tour a la antigua usanza, haciendo un hueco insufrible para los rivales y luego pasando a gestionar las rentas y sus plusvalías.
La suya ha sido la operación perfecta.
Por El Cuaderno de JoanSeguidor
Fotos BettiniPhoto / Fizza Photo